La cascada de Ézaro

Cascada de Ézaro. Fotografía de Santiago Baz Lomba.

Aunque este lugar no es una playa, esta cascada es un monumento natural fluvial único en Europa. Y es su exclusividad, la razón por la que se hace interesante presentarla a cualquier lector entusiasta de la naturaleza.

La cascada está ubicada en el pueblo de Ézaro, municipio de Dumbría,  en A Costa da Morte. El salto, que pertenece al río Xallas, está rodeado de un entorno paisajístico de gran riqueza.

Sus aguas forman un chorro enorme con más de 100 metros de altitud. Y con el paso de los siglos, la fuerza erosiva del agua del río ha formado un sinfín de pozas de gran profundidad. Los lugareños las denominan “os pozos do Xallas”.

Desde los miradores de la cascada de Ézaro podemos contemplar el pueblo, la desembocadura, la playa y los montes que abrigan el final del río: el Pico de Peñafiel y el Monte Pindo. El mirador tiene diferentes terrazas a tres altitudes y en la más alta está situado el edificio destinado al tratamiento de aguas del embalse de Santa Uxía.

Durante casi tres décadas, la cascada de Ézaro estuvo al borde la desaparición debido a la explotación de la empresa Ferroatlántica. En abril del 2011, y tras una dura lucha del colectivo ecologista Ríos con Vida, la cascada del río Xallas volvió a la vida y comenzó a respetarse el caudal ecológico gracias a la resolución de Augas de Galicia.